viernes, 8 de noviembre de 2013

Pirineos Centrales.

Gradas de Soaso




Hay un refrán que dice…”Hombre casado, burro estropeado”. Yo lo interpreto como que un buen día te casas,… abandonas el deporte,… porque tienes hijos (entre otras) y hay que compartir tareas en casa,.. te abandonas a ti mismo..!!!.





Yo decidí, cuando ya empezaron ellas a hacer deporte (futbol la pequeña,  natación y judo la mayor) que era hora de volver a las andadas, para poder seguir haciendo cosas como estas: senderismo por el pirineo central (por ejemplo)







En esta ocasión, que hemos estado por allí varias veces, empezamos por Ordesa, seguimos por el Valle de Arán, Andorra y una semana de recuperación en la costa brava (L’Escala)

Estar en forma te anima, te da confianza, la transmites, y te permite disfrutar más y de más cosas…. Y, sobre todo, si vas con niños.  Como no es plan de exprimirles, ni suplirles, pues ya he dicho que hacían deporte, sólo hay que compensar la báscula, un poco, a tu favor y saber que controlas la situación y que no te dominan ni dejas de hacer cosas por tus carencias.

Dicho esto, que espero luego se explique solo, las vacaciones del año 1996 nos llevarán a la zona central de los pirineos, entrando por Huesca, continuando por Lérida y saliendo por Gerona. El plan, como en mí suele ser habitual, era practicar la rutina de: un día de marcha, un día de descanso (aunque sólo sea para ellas)
A tal fin, la planificación empezaba en Ordesa, llegada al camping (el del Valle de Bujaruelo) duchas, cenas, relax y a dormir. 

Al día siguiente, lo más temprano posible que te permiten las menores, nos dirigimos en nuestro vehículo al pk del parque nacional. Creo que ahora, justo donde sable el carril para el camping (entonces era de tierra) hay un aparcamiento disuasorio y suben vehículos lanzaderas.

Decidimos hacer la ruta del valle central por el sendero principal, sin investigar nada colateral (que los hay, muchos y muy buenos y bonitos) con la idea de ir desarrollando el recorrido de manera amena para las niñas: de cascada en cascada y tira porque me toca, a fin de mantener su atención e interés, y evitar el aburrimiento y alejar el cansancio.
Los primeros en aparecer fueron los hayedos, sus raíces, sus sombras… que, por cierto, tenemos que visitar en otoño no tardando mucho más.  Luego la parada, y bajada, es a la cascada de Arripas, la de la cueva,  la del estrecho….  Así, cantando y mojándonos… hasta llegar a las gradas de Soaso. Cruzamos el río, escalamos la pared de enfrente… para localizar Edelweis; que vemos, observamos y dejamos en paz.
circo de Soaso
Llano del circo de Soaso, la cascada de la Cola de Caballo, parada y fonda, recuperar fuerzas con un sueñecito y planificar la vuelta.

Las fuerzas, por mi parte, estaban intactas (¿para qué hacer, si no, ejercicio todo el año?). He subido con la mochila más pesada, con comida y agua, y mi ropa de repuesto. Ahora se aligera. 

Ellas también llevan mochila, cada una con algo de ropa de repuesto. Para que lleven algo de peso y no sea todo correr.

Valoramos y decidimos hacer la vuelta por la ruta de los cazadores; sendero que avisa no tomar más tarde de las 15:00, por si se hace de noche (ya sabremos luego por qué  tanto aviso) y que sale casi al lado de la cascada, a la derecha según miras desde el valle.  
Al principio es cómodo, no pierdes ni ganas altura, lo que permite un ritmo vivo y unas vistas de todo el valle… magníficas.  Vas repasando, desde arriba, todo lo que hemos visto a pie de bosque: cola de caballo, circo y gradas de soaso,…, el gran valle en V, el estrecho…
Atravesamos torrenteras de piedra, con cuidado, y llegamos al impresionante mirador que hay justo encima de la explanada del aparcamiento. Hay que verlo, y estar, y pensar que hay que bajar allí y que no hay camino para llegar…., pero sí lo hay.
Siguiendo el sendero, se pega a la pared de piedra y se bifurca hacia Torla, de frente, y hacia el aparcamiento, a la derecha y para abajo.  En un continuo zigzagueo por la pared, lento y algo peliagudo, por lo empinado, por lo estrecho,.., no hay prisas, tendremos luz suficiente,…, pues salimos con tiempo y la velocidad al principio fue importante.  Aquí no conviene quedarse sin luz natural (¿ya sabes por qué no hay que salir más tarde de la hora recomendada en el cartel de la entrada de la ruta?  J )
Poco a poco, las mochilas van pesando… y las voy recogiendo según se detecta cansancio. No hay que forzar y sí dejar energías para llegar a este tramo algo fresco.
Beber agua es importante, y en la montaña más aún, que hay más sudoración, y con deshidratación,… en una bajada como la de esta ruta de cazadores, puedes tener un grave problema. Son incontables las “S” que vamos acumulando en las piernas. Termino recogiendo las mochilas de todas…, encabezo la marcha… frenando al grupo, que se apoya detrás, en plan locomotora y sus vagones.   (¿ya sabes por qué es mejor estar en buena forma física?) No es especialmente peligroso, pero no es una broma la caída que tienes a un lado o al otro, según te giras en cada curva…, y hay que disfrutar de todo hasta el final.  Si son pequeños o no están habituados a caminar… aquí es donde lo van a pasar mal, por lo que lo más recomendable es no empezar lo que no sabes si puedes terminar.


explanada del aparcamiento en Ordesa
La recompensa está debajo. Un refrigerio reparador, a la luz de los últimos rayos de sol que entran al valle, tumbado al fresco de una pradera de verde hierba, y la satisfacción de haber mostrado una naturaleza de esas características, y haberlo hecho sobrado de fuerzas y resistencia. Mínimo riesgo y máxima satisfacción. No me ha gustado dejar de hacer algo, y más en compañía de mis hijas, por falta de confianza en mí mismo.

Recuperados y alegres, sin saber muy bien lo que hemos hecho, nos volvemos al camping donde nos espera otra ducha, otra cena y otro sueño reparador. 


Sin movernos de Torla… podríamos haber hecho otras rutas. Siguiendo el valle de Bujaruelo, donde estaba nuestro camping y la brecha de Rolando, el valle de Cotatuero, que sale a la izquierda al poco de salir del aparcamiento, con su cascada y unas clavijas que permiten salvar la pared final del circo, que hace que la ruta se reencuentre arriba, en el refugio de Goriz, con la ruta del circo de Soaso (que también tiene clavijas para salvar la pared de la Cola de Caballo)  Pero no son viables con niñas tan pequeñas. Otro año!!!!

A la mañana siguiente, nos permitimos vaguear un poco, y aprovechamos para disfrutar del entorno en el que hemos dormido dos noches. Es la entrada por el valle de Bujaruelo, que lleva directo a Francia, por la famosa brecha de Rolando. Aquella que se abrió con un golpe de su espada. Ruta a tratar en futuras visitas.
Ahora toca levar anclas; mudanza hasta el valle de Arán. Para ellas es descanso en el coche y una ruta paralela a los picos más altos del pirineo, con pequeños detalles de gran naturaleza.


caballos en Puerto de la Bonaigua!!!



En Baqueira tenemos apartamento por siete días, por lo que lo usaremos como base de operaciones para rutas más o menos próximas, como: AigüesTortes, San Mauricio, Llavorsi, …








el pachón blanco.
1ª Ruta, local, por los lagos de Gelver.  Nos apuntamos a una ruta organizada por el guía del complejo, y fue un acierto tremendo.  El guía tenía un perro pachón, blanco, ideal para hacer de niñera… y lo hizo fantástico.  Subimos el puerto de la Bonaigua, bajamos hacia Llavorsí, y al poco de empezar la bajada… un aparcamiento y pie a tierra.





Giramos hacia el sur, como buscando San Mauricio, y a andar, ladera arriba, a la caza de un valle suspendido que está por allí, y que nos mostrará una sucesión de lagos glaciares llamados de Gelver.  El perro hace de guía, y las niñas… detrás. Luego vamos todos sin rechistar, que si unas niñas aguantan el ritmo y pueden… nadie se quiere quedar atrás J .
Parada programada, y el guía nos obsequia con una charla sobre el lugar (El valle de Arán) Su lengua, el aranés (entre catalán y gascón) sobre los vecinos franceses, el rio Garona (nace en Baqueira), que es el único valle atlántico del pirineo español,…


Alcanzamos los lagos, de aguas frías, almorzamos y vuelta a los coches. El regreso nos ofrecera las vistas sobre el valle del rio Bonaigua que no habíamos disfrutado antes, por tenerlas a la espalda y no tener tiempo ni para resoplar, con el ritmo del perro y las niñas!!!




El día siguiente es de descanso, y aprovechamos para bajar a Vielha, visitar su pista de hielo y hacer compras de comida más económicas que en Baqueira.

Tercer día: visita a AigüesTortes. Volvemos a pasar el túnel de Vielha, por el que habíamos entrado en el valle desde Ordesa, buscando el pueblo de Boi y unos taxis TT que hacen de lanzadera hasta los pies de las Aigüestortes. Siguiendo la misma táctica que en Ordesa, para no cansar, nos pasamos por alto la larga subida desde el control de accesos hasta el lago Largo.  


Seguimos  a pie la ruta que llega al lago Largo; parada de repostaje, principalmente líquido, junto a una manada de equinos, y seguimos camino por la ruta que llevará hasta San Mauricio.  Hasta aquí nos acompañaba un ejército de “domingueros”. En un pequeño esfuerzo, nos subimos a un lago que está un poco más arriba, donde ya no sube nadie, llamado Estany Redó, donde pudimos disfrutar de más libertad y de la tranquilidad necesaria para aprovecharnos de un paisaje mágico del lago Largo, las manadas de caballo que seguían pastando en las praderas de las orillas del lago, los montes de enfrente,…




Tuvimos la mala pata de ver un helicóptero de rescate, por un alpinista  patiroto. Espero que se recuperase  rápido y bien.






Comida,  bebida, siesta al sol,… la gente va abandonando la pradera de allí abajo y comenzamos nuestro retorno. Vamos apagando las luces, detrás de todos, sin molestarnos mutuamente.  Al llegar a Aigüestortes rendimos visita a las aguas desde las pasarelas que permite movernos sin mojarnos.
Vuelta al aparcamiento, para coger uno de los últimos taxis que nos devolvía al pueblo.
Se puede subir y bajar andando,…, pero es una larga caminata que ese día no estaba programada y nos ahorramos.  Hoy merecía más la pena tener alguna gana de subir un poco más que los demás, para disfrutar del paisaje, y la tranquilidad de la laguna Redonda, llena de ranas del pirineo.
4º día. Descanso… para realizar una visita en telesilla por la estación de esquí de Baqueira. Una excursión promocional que aceptamos gustosos por la posibilidad que nos daba de hacer una parada técnica activa, tranquila y cerca del apartamento.

Rateta.
5º día, y excursión al Lago San Mauricio.  Desde el pueblo de Espot también salen Taxis lanzadera, pero este no era día de usarlo. La subida merece la pena (eso pensamos) y al llegar a la presa (que es realmente un pantano artificial para generación eléctrica) no tuvimos nada más que torcer al norte, buscar una cascadas que por allí se ven, subir por ellas, que es más emocionante, hasta el camino que sale por la derecha de la presa, y llegar al lago de Ratera.
La paz será con vosotros!!!
Ese mismo camino os hará coronar un collado que, casi, os enseñará Aigüestortes. 








Saut Deth pish
6º día. Descanso… para realizar una excursión con el guía a las iglesias románicas más representativas del valle. Distintos estilos, las diferentes reformas,…, interesante y cultural.



Como tenía que llover algún día…, pues eligió aquel seleccionado para hacer un descenso en MTB por las pistas de Baqueira. Con la hierba mojadas, y novatos nosotros, pues no recomendable. Suspendido.










lago en pla de Beret



Día extra de descanso, que aprovechamos para visitas Bossót.  Muy soso y sin gente en la calle. ¿demasiado afrancesado? J  Cerca, aprovechamos para visitar unas cascadas, Saut deth Pish, allí en las laderas que dan más a Francia que otra cosa.












Rafting en Llavorsi.



Evidentemente, en todo el valle hay mil y una rutas, de menor o mayor tamaño.  Unas largas a lagos, a refugios de montaña, a mitad de camino hacia Aigües, o a San Mauricio,.., otras cortas por el Pla de Beret, a hacer rafting a Llavorsi (lástima que las niñas fueran pequeñas, para que nos hubieran podido acompañar, pues está muy bien para iniciarse)




Sin darnos cuenta pasó la semana, y ocupamos un día de descanso en la mudanza.  Bajamos por el lado contrario del de nuestra llegada (llegamos por el túnel de Vielha) buscando Llavorsi, giro a la izquierda buscando una carretera que nos pase directamente a Andorra. Nos queremos ahorrar la vuelta por La Seu,.., y encontramos el paso por el pueblo de Tirvia. Se tornará camino forestal, pero transitable por un turismo en esta época del año, aunque no dejamos de cruzarnos con TT (previsible contrabando) Coronado el collado de turno, salimos a la Estación Invernal de Pal. Esta ruta en invierno será inviable, y en verano hay que verificar que sigue transitable para turismos.


puerte románico de Andorra.




Bajando hacia A. La Vella, buscamos alojamiento sin llegar a la capital, que queríamos usar para comprar y empezar la recuperación en Caldea. Ese es nuestro objetivo, curar nuestros maltrechos músculos de tantos días de caminatas. Es el punto de inflexión vacacional.











Otro día de descanso activo y rumbo para la costa brava, ahora sí, por La Seu, por la Molina (que hay que ver paisajes) y parada en Ripoll, Olot…, sus volcanes (la Garrotxx) a los que hay que volver con más calma y con ánimo de caminarlos (o en bici). Seguimos camino buscando el mar con destino L’Escala (la cala Montgó, para ser exactos) y su camping.



piscina camping Montgó



Allí tornaremos las vacaciones en “real “ descanso estival, con unos días de sol y playa para asimilar lo visto, lo caminado y lo disfrutado, en los días precedentes, a lo largo del los Pirineos Centrales.


L' Estartit






Nota: el museo Dali de Figueras está de muerte. Complejo y completo escaparate de la obra y milagros de un pintor que usa la aquitectura para ser un elemento pictórico más a unir a su obra.  Visita Obliglada.







Tampoco nos faltó la ruta por las calas del Palafrugell, Begur, Tamariu…, hasta Blanes.

Que lo disfrutéis!!!

Salut!!!

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