martes, 15 de octubre de 2013

Hayedos en Ansó (Huesca) 10/2013

Fin de semana del Pilar/2013.

Ir conociendo bosques significativos es de mi particular interés.  Los que he visitado este fin de semana, alargado hacia el lunes, ya los conocía… pero tapado de nieve.
En dos ocasiones he podido disfrutar de estos parajes en blanco nieve, en sendos campeonatos de triatlón blanco, pero en esta ocasión buscaba el marrón haya.. pero está haciendo mucho calor y no ha llegado de pleno el otoño.., pero da igual, el contraste ya empieza a ser evidente entre el blanco de la roca caliza, el verde oliva de los pinos blancos, el verde obscuro del pino negro y el verde amarronado de las hayas salpicando las laderas verdes de esta parte del pirineo, el último valle de Huesca.

Accedimos desde Ansó, hospedados en una casa rural, Casa Baretón; pueblo y casas llenos de rincones pintorescos, acogedores y de gran belleza.  Lugar de dormitorio, desayuno y cena, reparando fuerzas diezmadas en las laderas de sus montañas.


pared inferior de los ibones de petrechema
Hemos hecho dos rutas, dos.    Una por el hayedo que forma parte de las pistas de esquí nórdico de la estación de Linza. Va remontando el rio, en el fondo de un barranco  cada vez más estrecho, hasta el punto de obligar a subir una fuerte cuesta en busca de otro plano en la escalera que sube hacia las cimas. Un segundo pastizal de verdes prados entre dos bosques de hayas. 


Desconozo ya este terreno (aquí acaban las pistas esquiables con esquís nórdicos) y  tomamos, al azar, la ruta central por el hayedo en el centro de la vaguada.  Frescor y sombra cerrada nos reciben, acompañándonos cuesta arriba, con mucha humedad, algo de barro y sol escondido entre las ramas.  La escarcha y el hielo de los charcos delatan el frescor nocturno. 




Buscamos los cielos abiertos, que ya no abandonamos hasta la vuelta, y nos enfrentamos a un paso estrecho y escarpado que no nos dejará ver los ibones que hay antes del collado de Petrechema.   Ante esta muralla... ponemos punto final a nuestra avanzadilla, minicaminata, que con una invitada a cuestas no está nada mal.

molestando a los usuarios de los pastizales.


Merendola, siesta y a deshacer camino. Ahora, ya experimentados por lo andado, buscamos el sendero más alto y con la solana agradable de la tarde. Incluso en tramos de travesía de algún hayedo, se deja ver y sentir (el calorcillo) No hay casi viento, que ayer fuera cierzo y hoy nos ha dado cuartelillo.








Comentar que este valle es limítrofe con Francia al norte, Somport al oeste y Navarra (roncal) al este.  Ruta de no más de 4 kms, con un desnivel medio intenso pero soportable.


La 2ª ruta trascurre, sin ir mucho más lejos, por el valle de Zuriza, hacia el desfiladero de Petraficha.  No queremos abusar del coche y lo abandonamos a su suerte nada más dejar de lado el hostal y camping, su explanada llena de caballos y vacas, y los saltitos de agua de su juvenil rio.


al fondo, nuestro tope de ruta.
Seguimos la pista forestal, viendo  a nuestra mano derecha, al otro lado del río, superpuestas una franja de hayas, en la parte inferior, lo más cerca del cauce, una segunda franja de pinos blancos, marcando el fin de la vegetación y comienzo de la piedra desnuda, una primera capa de calizas marrones y una segunda, situada en la capa superior, de calizas blancas. 



Un bonito escenario que vamos disfrutando a lo largo del camino, hasta una explanada que divide la ruta en dos: uno hacia el collado de Petraficha, hacia la izquierda (norte) otro hacia la derecha, cruzando el rio por el único puente de la ruta, hacia el alto de Alando.





Arriba, antes de la parte más pedregosa de la caliza, observamos algún matojo de pinos negros, que añaden más atractivo al lugar (si cabe)
Hacia Petraficha el camino sigue disfrutando del escenario multicolor de las laderas de enfrente. Hacia el Alano te sumerges en el hayedo, ganando altura x la pista forestal o atravesando el bosque por el sendero marcado por postes.  Hemos elegido la ruta del Alando por el camino de burras, atravesando por el recorrido más corto, más rápido y de desnivel más intenso, pero agradecido a los pies por su colchón de hojas, hierbas y tierras blandas.  La pista es dura, medio empedrada y muy gris (literalmente)


Al fondo Zuriza
Atravesamos la gran franja de hayas, que a estas alturas ya no tiene la franja de pinos por encima pero sí una franja de praderas verdes (pastos de verano) hasta llegar al final de la vegetación arbórea donde recibimos la caricia de un viento que no apetece.  

La sudada, para llegar allí arriba con la mochila cargada y un desnivel acumulado que vamos superando en pocos pero trabajados metros, no aconseja exponerse a una bajada de temperatura por lo que, visto el hayedo desde arriba, disfrutado algún circo glaciar (ahora sólo petreo) y del valle en la mayor extensión que podemos, optamos por bajar de altitud en busca del refugio de los árboles, para hacer alto y comer. 


A la sombra soleada de un gran haya, con menos viento y más calor, evitamos enfriarnos las espaldas, en pos de evitar algún catarro inútil. 

Han sido otros 4 kms de marcha, descompuesta en dos tramos:  2 kms suaves y casi llanos, 2 kms de fuerte desnivel por atravesar el hayedo sin usar el camino forestal.


En ambas rutas, al finalizar las marcha, se puede disfrutar de un caldo, café o lo que apetezca, bien sea en el refugio de Linza o en el bar del camping de Zuriza, lo que garantiza una vuelta más feliz y prometedora (pensamiento positivo) sentados dentro, si hace frio, o disfrutando de los últimos rayos de sol de la tarde.  No estaba la hierba húmeda y eso, además, llamaba a un descalzamiento regenerador que aliviará la caló de los pies!!!

Ambas rutas han sido lineales, que no era plan de ponerse a hacer alarde de generosidad en el recorrido, y como ya sabemos que no se ve lo mismo al subir que al bajar, ha tenido el suficientemente atractivo para no requerir más. 
Tampoco olvidemos el gran cambio de paisaje que surge con el cambio de luz de la mañana a la tarde, de la salida del sol (allí arriba) a la puesta del astro, que se produce más tarde por la mañana, y más pronto por la tarde, debido a la muralla montañosa que rodea a los valles visitados. El fin del sol, sobre las 18:00, marca el comienzo de la bajada de temperaturas que invitan a buscar abrigo.


las raices de la vida!!!!  J
Conocidos Tejera Negra (Guadalajara) 
Montejo de la Sierra (Madrid) 
Irati (Navarra) 
Ansó (Huesca)… 
vamos avanzando por la geografía pirenaica y tocará en próximas etapas seguir el curso de oeste a este hacia la Selva de Oza, Ordesa (que conocemos en época estival por dos veces, pero ni otoñal ni invernal) etc…

Pero eso espero contarlo en otro momento, cuando toque turno.  J



Salut!!!

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